viernes, 28 de diciembre de 2012

Cómo cada día iba allí, solo para verle y que me dedicase una sonrisa

Cómo cada día iba allí, solo para verle y que me dedicase una sonrisa, esa que depende quien la interprete, puede tener varios significados, esa que tanto me gusta. Y le encontré, y sonrió. Pero también sonrie a otras chicas, y tontea con ellas, y tiene novia. No busco nada más que su sonrisa. Yo como una tonta, le quiero. Hablo con otros chicos, después, con mi mejor amigo y de pronto vuelvo hacia él y me dice: “estabas abrazada a ese chico, vaya, yo pensé que eras mía”.
Vale, ¿y esto? pensé. “Es mi mejor amigo” le dije para aclarar, sin esperar niada por su parte. Y en efecto, no dijo nada. Únicamente, me agarró y se puso a bailar conmigo.
Varias veces, me pidió salir y le dije que no. Ahora le quiero pero aún así no estoy ciega y veo lo que hace con otras chicas, y lo que dice, teniendo novia. Yo no soportaría eso. Jamás. Soy celosa, sí, y mucho, pero eso no serían celos sin motivo.
Aún así me gusta ir a verle siempre que puedo, para que me diga tonterías de esas, y hacerme tontas ilusiones, sabiendo que él seguirá como está.
Pero me hace soñar e imaginarme por un momento lo feliz que sería si me besase. Y aunque sé que eso no va a pasar, me hace seguir soñando, que es un poco de lo que trata esto de la vida

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